El comercio inca constituyó un factor de unificación y de intercambio entre las distintas regiones del Imperio. Desde la costa llegaba el pescado seco a la cordillera de los Andes, por los diferentes caminos construidos. De la misma manera, los habitantes de la costa recibían los productos agrícolas y artesanales de la montaña. Hubo un comercio terrestre y un comercio marítimo.
La reciprocidad y la redistribución jugaban un rol importante en este aspecto. Puesto que, se podría llamar comerciantes a quienes ellos llamaron Curacas. La labor del Curaca era llevar de un lugar a otro los diferentes productos que producía el ayllu. Él comercializaba los productos, en pocas palabras, intercambiaba un producto por otro.

Para que el comercio sea eficiente se necesita de vías de comunicación rápidas, y los incas lo tenían. Ellos contaban con caminos que recorrían todo el Tahuantinsuyo, unificando los cuatro Suyos.
Lo más importante a resaltar es que el gran espacio geográfico que abarcó le habría ayudado a comercializar sus productos mucho mejor que otros pueblos, tener variedad en los productos y gran poder de negociación.

No hay comentarios:
Publicar un comentario